SIRIA

   Nos encontramos con Siria en plena eclosión primaveral, todo estaba muy verde y cubierto de flores, de esas flores amarillas que en España también son las primeras en salir, el paisaje nos era muy familiar, se parecía a muchas partes de nuestra geografía y por lo visto a los franceses les pasaba lo mismo, el mediterráneo y su maravillosa influencia.

 

              

Nuestro primer alto en el camino fue Damasco, esta como a unos 200 km de la frontera con lo que en unas horitas estábamos en esta maravillosa ciudad, nos costo un montón encontrar un camping donde dormir, pero con la ayuda de un amable Sirio al final dimos con el. Estuvimos en Damasco un par de días, aprovechamos para  hacer todas la faenas cotidianas, reparaciones de Binta, lavandería, blog…. Fuimos a ver el casco histórico de Damasco, nos encanto, pasear por sus estrechas calles, repletas de tiendas, el zoco en el que extrañamente los vendedores no te dan la plasta, la Impresionante Mezquita de los Omeyas y un montón de cosas mas. Nos enganchamos mucho a Damasco y a los Damasquinos, bueno mejor a los Sirios en general, son de ese tipo de gente que en los tiempos que corren cuesta encontrar, el sentido de hospitalidad llevado a su máxima esencia, la educación en el trato, la sonrisa perenne, te hacen sentir muy a gusto, tanto que nos decíamos que este seria un buen sitio para vivir, seguro.

 

      

 

               

 

     

 

               

 

           

 

                      

  

     Continuamos hacia el norte en dirección Aleppo, pero por el camino paramos para ver el Krac de los Chavalliers, es un impresionante castillo de la época de las cruzadas, según parece es el castillo de este tipo mejor conservado del mundo, desde luego esta prácticamente perfecto, dicen que en su momento llegaron a vivir dentro de el mas de 6.000 personas, imaginaros el mogollón.

 

         

 

                                  

 

    

                           

      Antes de salir de Siria paramos en Aleppo, que no tiene mucho que envidiar a Damasco, el zoco era mucho mas trabajado y mucho mas grande, si recorres todos los callejones de este laberinto tiene 12 km de longitud, en Aleppo son muy típicos los jabones de aceite de oliva con laurel y aproveché a comprar unos cuantos, ahora nuestras cajas de ropa huelen que da gusto, últimamente olían un poco a que se yo, creo que empezamos  a necesitar una renovación de armario.

 

    

 

               

 

                               

      Nuestro primer y corto contacto con este maravilloso pais nos a encantado seguro que volveremos por que nos dejamos un montón de cosas por ver y sobre todo por sentir, merece la pena solo por pasear por las calles y conversar con sus maravillosas gentes y si es delante de un plato mejor, tenéis que probar el humus, faláfel, moutabbal,  salsa con yougurt, Kebab, tabbouleh, los baklavas de pistacho……….que delicias madre.

TransAfr2008_29Siria

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